Vibe coding: cuando programar se parece a dejarse llevar
- Graciela Brasesco
- 20 may
- 2 Min. de lectura
En los últimos meses empezó a circular cada vez más el término vibe coding. Lo usan programadores, creativos y desarrolladores para describir una experiencia particular: ponerse a trabajar sin un plan claro, dejarse guiar por la intuición, escribir código “a lo que salga” y esperar que funcione. Una especie de improvisación digital.
Puede sonar liberador. Incluso creativo. Pero también plantea preguntas incómodas:¿Estamos pensando lo que hacemos? ¿O solo ejecutamos sin parar?¿Nos volvimos usuarios pasivos, incluso de lo que supuestamente controlamos?
El código sin propósito
El vibe coding refleja una tendencia más amplia: la de trabajar sin foco, en automático, con una sensación permanente de urgencia o estímulo. Y no se limita a programar. También ocurre al diseñar, armar presentaciones, planificar campañas o gestionar tareas en plataformas digitales.
Vivimos en un entorno saturado de herramientas, plataformas, plantillas y recursos que nos permiten “hacer” rápido. Pero en ese hacer continuo, muchas veces se pierde el porqué. ¿Para qué hacemos esto? ¿Qué buscamos resolver? ¿Tiene sentido lo que estamos generando?
El riesgo del operador pasivo
En Atlas Latam hablamos mucho sobre el rol del pensamiento crítico en el trabajo. Porque el riesgo más grande no es usar mal la tecnología.El riesgo más grande es dejar de pensar cuando la usamos.
El concepto de operador pasivo aparece cuando las personas dejan de tener agencia sobre sus decisiones y solo ejecutan lo que la herramienta permite o sugiere.Esto pasa cuando copiamos prompts, usamos plantillas sin sentido, o integramos soluciones sin entender el problema real.
Y lo más preocupante es que muchas veces parece productividad, pero es solo repetición disfrazada.
Volver a decidir
El desafío actual no es aprender a usar más herramientas. Es aprender a usar con criterio las que ya tenemos.Y eso implica:
Saber hacer pausas.
Preguntarse por el propósito antes de comenzar.
Elegir activamente cómo y con qué trabajar.
No perder la capacidad de análisis ni el sentido estratégico, aunque la interfaz sea atractiva y fácil.
Porque la tecnología que no cuestionamos, nos moldea sin que lo notemos.
Formación que despierta
En Atlas Latam creemos que la formación profesional no puede limitarse a enseñar funciones.Formar también es entrenar el pensamiento. Es ayudar a las personas a elegir, a cuestionar, a liderar sus decisiones en un mundo de automatización creciente.
El vibe coding no es malo en sí mismo. Puede ser útil en etapas creativas o de exploración. Pero si se vuelve el único modo de operar, corremos el riesgo de trabajar sin conciencia, sin propósito y sin impacto. Y ninguna herramienta —por más inteligente que sea— puede reemplazar eso.




